Han pasado 5 años desde la última vez que vi a Nancy en nuestra querida Málaga. Nancy quería renovar su book de fotos. Se enteró a través de la redes de mi vuelta a España y se puso en contacto conmigo ante la posibilidad de volver a trabajar juntos. Yo, evidentemente después de la primera experiencia con ella, acepte el encargo a pesar del Covid19 y la distancia que separa Madrid de Málaga. Viajar es otra de mis pasiones y agradezco de vez en cuando estos encargos lejos de mi residencia habitual.
Nancy Ruth es una cantante canadiense que lleva ya muchos años en España. Con solo una breve conversación con ella se nota el amor por su tierra de acogida, llegando a fusionar jazz con la música flamenca en sus últimos proyectos.
De esta vena andaluza parte la idea de realizar la sesión en Macharaviaja. Macharaviaja es uno de los bellos pueblos blancos del interior de Málaga aún por descubrir.
A veces es complicado esta clase de retrato de cantantes en exteriores, quizás acostumbrados a trabajar más en la intimidad de un estudio o apoyados en sus rincones preferidos. Pero Nancy es una artista diferente, se nota sus años de lucha y experiencia en un mundo de una competencia y desigualdades brutales, lo que ahora plasma sabiendo muy bien lo que quiere y como lo quiere.
Nancy Ruth buscaba unos retratos donde se pudiera ver esa lucha constante, guerrera pero amable al mismo tiempo. Buscaba una fotografía con cierto misterio detrás, uno de esos retratos que tienes que volver a ver una y otra vez para entender a la persona que está posando ante la cámara.
La sesión avanzaba según estaba marcado. Por mi forma de trabajar cada vez que un escenario se agota o el retratado cambia su vestuario muestro las fotos en cámara al modelo con el propósito de corregir algunas errores y comenzar a trabajar juntos en la foto final que ronda mi cabeza. En una de esta previsualizaciones Nancy dijo la palabra clave que cambio la sesión “surrealista”. Es cuando inevitablemente vino a mi mente la obra de Alberto Schommer, uno de los primeros fotógrafo que descubrir y que me hizo cambiar la idea de retrato que tenía por aquel entonces.
Cuando se habla de surrealismo en la fotografía, personalmente lo entiendo como la imagen sacada de lo real desde la parte técnica, es decir, a través de la técnica fotográfica ya algo olvidada.
Angulos diferentes aprovechando las ópticas de las que dispone el fotógrafo, luces forzadas no naturales para el ojo humano, técnicas de doble exposición, trabajar con velocidades lentas de obturación, etc.
Hoy en día el surrealismo en la fotografía va más por la corriente de la edición digital. Clonar, quitar, añadir, en resumen coger un poco de cada imágenes hasta conseguir lo que se desea. Por suerte para mi disfrute como actor y espectador todavía existen fotógrafos que prefieren estar detrás de la cámara a sentarse delante de un ordenador.
Me vuelvo a centrar en las fotos. El segundo escenario fue en unas pequeñas ruinas rodeadas y abandonadas entre la maleza a la salida del pueblo. En la nada, rodeada de los último cimiento inquebrantables, en absoluto silencio Nancy volvió a resurgir, sola en el piano, sola en su lucha…mostrando lo mejor de sí misma. Coloqué rápidamente un pie de estudio con un Flash de mano. Durante un largo tiempo solo se escuchaban mis paso rodeando el escenario y el disparador de la cámara. Disparé cerca de 50 fotografías. A la tercera sabía que tenía el retrato que estaba buscando, pero, seguí dando vueltas egoístamente simplemente para seguir disfrutando el momento que se había creado. Nancy Ruth al piano y el fotógrafo disfrutando, nada podía salir mal.
«Nancy es una artista diferente, se notan sus años de lucha y experiencia»
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